Mónica, de doce años, acaba de cambiarse de casa. Días después de la mudanza, conoce a Eli mientras ambas espían una vivienda que parece abandonada. Desde ese momento se vuelven inseparables. Mientras intentan develar los secretos de la casa y de la mujer que la habita, descubren la intensidad y los altibajos de la amistad incondicional.