Sako acaba de mudarse. El campo rodea su nuevo hogar y decide explorarlo mientras sus papás terminan de instalarse. En el camino descubre la casa de sus vecinos. Luego se detiene a cortar flores y un sonido proveniente de los arbustos llama su atención. Entre la maleza encuentra una canasta que, sin darse cuenta, le da la bienvenida a su nuevo hogar.