Tito cree que está a punto de morir, por lo que habla con el director de su escuela para que organice un torneo de fútbol. Ahora el reto es conseguir un equipo y llegar a la final a como dé lugar. Entretanto, Tito escribe cartas a su jugador favorito, a quien incluso le pide los uniformes y, por supuesto, la entrega de la copa al equipo ganador.